Lo que sus padres se atrevieron a pedir por él

Santiago Fuentes

10 de mayo de 2023
“Conforme a la fe murieron todos éstos, sin haber recibido lo prometido, sino habiéndolos visto y saludado de lejos…” —Hebreos 11:13

 

Cuando era niño, vivía en una casa grande en el lado sur de la Ciudad de México. Antes de que la casa pudiera ser renovada y adaptada a las necesidades de nuestra familia, cepillarme los dientes todas las noches requería que pasara por la habitación de mis padres para ir al baño.

 

Cada noche, mientras avanzaba, recuerdo escuchar a mis padres orar por mí y mis hermanos. Han pasado muchos años, pero si cierro los ojos y pienso en ello, todavía puedo escuchar sus voces levantadas hacia Dios y diciendo: “¡Por ​​favor, usa a Santy para predicar tu Palabra!”.

 

¡Ni siquiera era cristiano en ese momento, pero sus oraciones fueron escuchadas! Mi papá falleció dos semanas después de que Jesús me salvó, y no fue sino hasta dos años después que prediqué mi primer mensaje. Ese mensaje, en parte, nació de la fidelidad de las fervientes oraciones de mis padres.

 

Estoy aquí hoy (literalmente) para decirles, ¡nunca subestimen el poder de sus oraciones!

 


 

RETO:

 

Mis padres eran obreros en oración, ¿tú también lo serás?

 

¡Comprométete a orar por una persona hasta que llegue a la fe en Jesús!